Es muy importante tener en mente los beneficios medioambientales de los iones de litio.
Los acumuladores de energía de las carretillas están evolucionando. Actualmente, en el mercado de la intralogística conviven diferentes tipos de baterías. Entre ellos, los más comunes son las baterías de ácido-plomo y las de iones de litio.
¿Qué se puede decir respecto a su sostenibilidad e impacto en el medio ambiente?
Las baterías de iones de litio difieren fundamentalmente de las de ácido-plomo por su densidad energética, rendimiento, mantenimiento necesario, vida útil y perfil energético.
Además, los acumuladores de iones de litio suponen una gran ventaja para las empresas por su reducida huella de carbono y su simplicidad en cuanto a las infraestructuras e instalaciones necesarias.
La tecnología Li-Ion, gracias a su alta densidad energética, ofrece una gran cantidad de energía con una baja emisión de gases CO2.
Esto se debe a que, además de que tiene un voltaje nominal superior, (de 25,5 voltios aproximadamente, en comparación con el estándar de 24 voltios); las baterías de iones de litio pueden trabajar a un nivel más alto de descarga, sobre un 95%.
Las baterías de ácido-plomo, en cambio, no llegan a ese nivel de descarga en ninguna de sus variantes.
Las baterías de gel (Pzv) trabajan a un 60% y las baterías de ácido-plomo estándar (PzS / B) lo hacen a un 80%.
Ilustración 1. Niveles de descarga de las baterías de plomo-ácido y las baterías de iones de litio.
Seguridad y mantenimiento cero
Por seguridad, las baterías de iones de litio son completamente estancas, por tanto no requieren ningún tipo mantenimiento.
Los acumuladores de plomo, en cambio, requieren mantenimiento periódico y un cuidado especial, tanto para los operarios que los manipulan como para el medio ambiente.
Algunos de los riesgos que se presentan en operaciones con baterías de ácido-plomo son: riesgo de contacto de ácido sulfúrico corrosivo, riesgo de contacto con la corriente eléctrica al cargar las baterías, riesgo de explosión por emisión de gases y riesgos mecánicos o de sobreesfuerzo por la caída de objetos.
La manipulación y el mantenimiento de los acumuladores de ácido-plomo pueden producir graves impactos medioambientales y perjudiciales para la salud de las personas y, además, requieren salas de carga con características determinadas.
Finalmente, la tecnología de iones de litio admite el biberonaje, con lo que las carretillas se pueden conectar a la corriente en cualquier momento.
Las baterías de ácido-plomo necesitan una tensión mucho mayor porque deben conectarse todas a la vez a la corriente eléctrica en las salas de carga.
Ventajas adicionales
Otra de las ventajas de los acumuladores de iones de litio es su larga vida útil.
Considerando el criterio de la capacidad nominal inicial para evaluar la vida útil, todas las batería dejan de ser operativas cuando superan un determinado porcentaje de su capacidad nominal inicial.
Se ha demostrado científicamente que las baterías de iones de litio pueden funcionar perfectamente hasta con 7.000 ciclos de carga, mientras que las baterías de ácido-plomo cuentan con 1.500 ciclos de carga.
Así pues, la tecnología de iones de litio requiere menos cambios de baterías y eso, a la larga, supone menos generación de residuos y, por la tanto, un menor impacto en el medio ambiente.